Una imagen vale más que mil palabras. El auge de las experiencias inmersivas y personalizadas puede ayudar a las empresas a comunicarse con sus clientes potenciales.
Nadie duda de que la tecnología avanza, en muchos casos, más rápido que nuestra capacidad para adaptarnos a ella.
Ya es posible acceder a esta tecnología a bajo costo, gracias al ordenador que todos llevamos en el bolsillo. Y no olvides la adaptación del mismo a cualquier portátil u ordenador convencional.
O el hecho de que el uso de gafas suma inmersión sonora y guantes con sensores que pueden hacer que nuestras manos formen parte de la escena e interactuar con los elementos.
Por ejemplo, debido a la pandemia de COVID-19, la mayoría de las empresas se han pasado al trabajo remoto. Para mantenerse en contacto, las empresas utilizan mensajería instantánea o aplicaciones de llamadas.
Las estadísticas muestran que la productividad de estas interacciones se redujo drásticamente. Las personas dejaron de verse cara a cara y de contactarse físicamente. Algunas empresas comenzaron a practicar el trabajo en espacios de Realidad Virtual. Puede conectarse con socios comerciales y sus empleados y discutir el proceso de trabajo de la sala de reuniones virtual. O puede crear un espacio de trabajo virtual con siete monitores virtuales en funcionamiento y trabajar con la misma comodidad, sin las limitaciones del espacio físico.
¿A qué tipos de mercado se dirige la Realidad Virtual?
Está dirigido a cualquier persona que disponga de un dispositivo tecnológico adecuado para conectarse e interactuar con ella. También, hay muchos espacios equipados con salones especiales u oficnas que proporcionan esta tecnología.
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